![]() |
El pintor Jacint Rigau va plasmar la presa del Portal Nou per la muralla més baixa. |
Sabies que el perfil geològic de la ciutat va influir en algunes de les decisions militars més importants de la història de Barcelona? L’entrada de les tropes borbòniques pel Portal Nou l’11 de setembre de 1714 no va ser només qüestió de tàctica: el dipòsit de sediments davant de la muralla va fer aquesta zona més baixa i fàcil d’assaltar.
L’article de Santiago Tarín a La Vanguardia explora com els torrents, les rieres, les llacunes i els promontoris del barri de la Ribera van modelar la ciutat i condicionaren fets clau com la construcció de la Ciutadella i l’emplaçament de convents i fonts d’aigua. Una mirada fascinant que combina història, urbanisme i geologia urbana.
"La acumulación de arena traída por las rieras frente al Portal Nou influyó en escoger este punto para asaltar Barcelona en 1714.
La geología influye en el discurrir de la historia. Por ejemplo, el hecho de que las tropas borbónicas entraran en Barcelona el 11 de septiembre de 1714 por el Portal Nou tiene también una explicación científica, cuenta Ferran Colombo. (Geólogo y autor de un completo estudio junto al también geólogo Oriol Riba, titulado Barcelona: la Ciutat Vella i el Poblenou, assaig de geologia urbana, publicado conjuntamente por el Institut d'Estudis Catalans y por la Reial Acadèmia de Ciències i Arts de Barcelona.)
Cuando se construyó la muralla medieval cerrando el barrio de la Ribera, los torrentes que bajaban desde Gràcia hacia esta zona quedaron desviados por la fortificación hacia el Besòs. La riera de Sant Joan entraba en la ciudad por la actual calle Jonqueres, y a partir de allá tomaba el explícito nombre de Merdançar, que da una idea bastante clara de que, en realidad, era una cloaca a la que iban a parar los desperdicios de los moradores de la villa. El Merdançar se unía con el Rec Comtal, la canalización que traía agua limpia desde Montcada, en la calle Princesa y ya discurrían juntos hasta el mar, aunque las limpias aguas se convertían en un tramo infecto.
Otros torrentes fueron desviados por las murallas y canalizados hacia el Besòs. De todas formas, siguió existiendo un gran aporte de tierras, de forma que frente al Portal Nou se formó el llamado Areny de Llevant. Ferran Colombo cuenta cómo las tropas borbónicas se dieron cuenta, al reconocer el perímetro, de que en esta zona el depósito de sedimentos había provocado que la muralla fuera más baja y, por tanto, más fácil de asaltar. Ahora bien, la táctica militar de la época imponía cavar minas para dinamitar las fortificaciones y en esta tarea se producían frecuentes derrumbes que a buen seguro causaron bajas en las tropas de asedio.
En la Ribera también hay dos lagunas, de las cuales no se ha conservado el nombre, situadas tras Santa Maria del Mar. En esta primera línea de mar también había dos promontorios, hoy desaparecidos: Puig de les Falzies (situado donde está el edificio de la Llotja) y Codals (en la plaza Duc de Medinaceli). Una tercera elevación era el Cogoll, donde se levantó Sant Pere de les Puel·les.
Como es sabido, tras la guerra de 1714 se edificó la Ciutadella, una agrupación de cuarteles militares. Antes, allí estuvo el convento de Santa Clara, un conjunto religioso del que se conservó la torre en el recinto castrense. Por la existencia del cenobio, el lugar fue conocido también como punta del Convent. Colombo explicó que allí había una fuente de la que manaba abundante agua dulce y limpia, causa de que se eligiera este emplazamiento para edificar allí. Hoy, de aquel manantial no queda nada."
Font consultada: Santiago Tarín. La Vanguardia. 19 d'octubre de 2009.